Helena en un concierto de rock

Helena en un concierto de rockHelena en un concierto de rockHelena estaba ojeando una revista esa mañana en la oficina, cuando de pronto comenzó a reírse casi a carcajadas.Miré por encima de su hombro y pude ver que estaba leyendo una nota sobre una legendaria banda de rock extranjera, que vendría en unos meses a un concierto al aire libre.Le pregunté a mi amiga qué le causaba tanta risa y entonces comenzó su explicación:Jorge y yo siempre hemos disfrutado los conciertos de rock al aire libre, aunque a veces no me convence el hecho de quedar apretujada entre tanta gente, como siempre ocurre.Poco antes de casarnos fuimos a uno de estos eventos donde actuaba esta banda que aparece aquí en la revista, su favorita. Era uno de esos encuentros multitudinarios bien organizados, la entrada era gratuita, en medio de un extenso parque cercano al río, rodeado de una hermosa arboleda.Cuando comenzó el espectáculo ya era de noche; estábamos rodeados por la marea humana y casi era imposible moverse. Era verano y el clima estaba bastante agradable, aunque un poco caluroso. Por esa razón me había puesto un vestido liviano, bastante corto, que apenas me tapaba la cola. Llevaba una sandalias de taco bajo y una tanga muy ligera de algodón. Sentía mis tetas en libertad, ya que no llevaba corpiño, así era mucho más cómodo.Jorge me tenía agarrada por una mano, para no perdernos de vista entre la multitud. Se encontraba a mi izquierda, cuando de repente durante la quinta canción comencé a sentir una mano que acariciaba mi redonda cola. No podía ser mi novio, así que intenté girar mi cabeza para ver quién era el atrevido que me manoseaba, pero entonces una mano se enredó entre mis cabellos y me mantuvo la cabeza echada hacia adelante.Otra mano seguía recorriendo mi culo mientras una voz profunda me susurró al oído:?Quieta, nena, tu novio está muy entretenido con la música y te tiene un poco descuidada?.Era cierto; pude ver de reojo a Jorge exultante de alegría coreando un estribillo, totalmente ajeno a lo que esas manos desconocidas me estaban haciendo. Pero seguía con su mano en la mía.?Qué cola hermosa, vamos a ver qué hay debajo de esa bombachita?, continuó diciéndome.Sentí entonces que me corría la tanga a un costado y un par de dedos gruesos se abrían paso entre mis labios vaginales. Mi concha se humedeció de inmediato, traicionándome por completo.Sus dos dedos comenzaron a entrar y salir muy despacio, haciéndome morder mis labios para intentar disimular mis gemidos. Jorge notó algo extraño y me preguntó si me encontraba bien.Lo tranquilicé y volvió la vista al escenario. Los dos dedos ya me habían provocado un ardor inusitado y sentía que un orgasmo comenzaba a crecer dentro de mi cuerpo. El tipo realmente sabía como tocar a una mujer.?Ya sabía que iba a gustarte, putita, estás ultra caliente; tu macho no te coge demasiado bien?Yo continuaba callada, pero aceptando su asalto en mi ahora humedecida y dilatada concha.?Seguramente tu culito debe ser virgen, no creo que tu noviecito te lo haya roto alguna vez?.Me asusté al escuchar eso. Jorge me daba por el culo habitualmente, pero yo no tenía intenciones de que un perfecto desconocido me sodomizara en aquel lugar, en medio de tanta gente apretujada y teniendo a mi novio de la mano. No podía girar mi cabeza para verle la cara.Sentí un intenso calor que subía desde mi concha y me di cuenta de que estaba acabando sobre sus dedos. El orgasmo fue muy intenso y apenas pude controlarme para no aullar de placer. Pude reprimir mis gemidos, sintiendo que mis propios fluidos corrían entre mis muslos ahora abiertos.El tipo retiró sus dedos y volvió a susúrrame al oído:?Te encantó, nena, gozaste como una verdadera puta con mis dedos adentro tuyo; ahora faltaría mi verga bien adentro de tu culo; dejemos a tu macho solo durante un rato y vamos a buscar un lugar oscuro donde nadie nos interrumpa. Te aseguro que no vas a arrepentirte?, me dijo.Volví a mirar a Jorge y mis ojos se llenaron de lágrimas; lo amaba muchísimo, pero era verdad, esos dedos desconocidos me habían dejado loca y necesitaba algo más todavía en mi culo.Acerqué mis labios a su oído, le dije que necesitaba ir a un baño y que volvería a su lado apenas pudiera. Lo besé sin darle tiempo a contestarme y le solté la mano.Enseguida sentí que otra garra me sujetaba por mi muñeca y me arrastraba abriéndose paso entre la gente. Pronto llegamos a un lugar más despejado; mi anónimo asaltante iba adelante mío y yo podía ver solamente su ancha espalda y su trasero bien redondo ceñido por un pantalón muy ajustado. Eso me calentó bastante, me encanta mirar la cola de los hombres.Llegamos a una hilera de árboles muy frondosos; el lugar era muy oscuro realmente y apenas podía distinguir el contorno de sus facciones.?Vas a dejarme entonces que te rompa el culo?? me preguntó con urgencia. ?Sí?, le respondí.Me hizo girar y apoyar mis manos contra el tronco de un árbol que nos ocultaba más todavía.Incliné mi cuerpo un poco hacia adelante; él me levantó el vestido hasta la cintura y me bajó la tanga hasta las rodillas, dejando mi cola completamente expuesta.?Te va a encantar, perrita, a todas les encanta mi verga bien adentro del culo? me dijo sonriendo.Pude oír el cierre de sus pantalones y un segundo después sentí la presión de su gruesa verga tratando de entrar en mi ano. Me relajé y abandoné completamente a sus deseos. Sentí que la cabeza de esa enorme y dura pija comenzaba a hacerme arder el culo, a medida que iba entrando más y más. No me había lubricado ni siquiera con saliva, así que el dolor era bastante intenso. Abrí la boca para gritar, pero no pude emitir ni un solo sonido.Comenzó a bombearme bien duro, entrando y saliendo de mi culo sin ninguna delicadeza.Pronto me encontré respondiendo a sus movimientos, ya sentía que el dolor se había convertido en placer y hasta me descubrí pidiéndole que me cogiera todavía más fuerte.Pensé en Jorge y me sentí terriblemente puta con esa verga dura bien empalada en mi culo.?Ya sabía que ibas a gozar, quiero que ahora me digas que te gusta como te estoy cogiendo?.Le grité que me encantaba como me estaba rompiendo el culo, que él era realmente el mejor.Acrecentó la velocidad de sus embates, hasta casi levantarme del suelo cada vez que empujaba hacia adentro su dura verga. Me cogió así durante más de diez minutos, hasta que pude sentir su leche caliente llenando el interior de mi canal rectal. Su pubis golpeó contra mi cola varias veces más y después sentí que sacaba su pija ahora ya no tan erecta. Me incliné para acomodarme la tanga y al enderezarme noté que mi amante ocasional ya había desaparecido en la oscuridad, dejándome sola en medio de la nada.La concha todavía me temblaba de tanta calentura y la cola me ardía; tenía el ano totalmente dilatado por aguantar semejante tamaño de verga.Un poco a paso vacilante y casi gracias a la pura casualidad pude regresar junto a Jorge, que me reprochó porque me había perdido lo mejor de la noche.?Te parece??? pensé para mis adentros, mientras le tomaba la cara con mis manos y él me besaba apasionadamente? otra vez apretujados en medio de la gente y la música?